La campaña electoral estadounidense, caracterizada por la polarización, está siendo marcada por la brecha entre la intención de voto entre las mujeres y los hombres, lo que podría ser un factor determinante en el resultado de las elecciones.
El electorado está compuesto por más mujeres, quienes votan más que los hombres. Más de 80 millones de votantes ya han emitido su voto por adelantado, de los cuales en torno a un 53% han sido mujeres y un 47% hombres.
Las encuestas han reflejado en algunos sondeos de opinión que el aborto es uno de los temas más importantes para las mujeres e incluso en algunas de ellas ha superado incluso a la economía como el tema de mayor preocupación para los votantes.
El periodista y analista Henrik Rehbinder, que lleva cuatro décadas informando sobre política en diversos medios de Los Ángeles, considera que “el aborto para un hombre es un tema cultural. Para una mujer es un tema de salud”. En su casa de Silver Lake, el analista uruguayo explica a Tressesenta su visión sobre las preferencias al votar según la perspectiva y el género, en especial el aborto.
Además, Rehbinder explica que hay una campaña demócrata por la cual algunas mujeres están colocando posits en baños de mujeres y en lugares similares con un mensaje que las invita a rebelarse: “Vota a Harris. El voto es secreto, no se va a enterar tu marido”.
La iniciativa pretende denunciar al secretismo y la falta de confianza dentro de los matrimonios, que en un elevado porcentaje se decantan por Kamala en el caso de las mujeres y por Trump en el caso de los hombres.
Según el análisis de Newsweek, las encuestas muestran que Harris tiene más de la mitad de apoyo de las votantes femeninas. Mientras tanto, el 53% de los votantes masculinos respalda a Trump en comparación con el 44% de las votantes entre las mujeres.