«La clave está en que se encaprichen de ti»

Arancha Pérez Ponce, reportera en el programa “Y ahora Sonsoles”, imparte una clase magistral a los alumnos de periodismo de la Universidad Villanueva y desvela las claves de una profesión “muy caprichosa”

Arancha Pérez Ponce junto a los alumnos de periodismo

Su acento y el desparpajo que la caracterizan, la delatan. Arancha Pérez Ponce se presenta y tarda poco en resumir sus raíces: “Soy sevillana”. Aunque el acento lo ocultó cuando le propusieron trabajar en Telemadrid, “por respeto a la gente de Madrid”. A los alumnos de Periodismo que la escuchan les da un primer consejo clave de cara a la profesión: “Preparación y naturalidad”, sin perder ninguna de las dos, “por si alguna falla”. La reportera, que ha pasado por cadenas como Telecinco o Telemadrid hasta desembocar en Antena 3, recuerda su primer directo como “uno de los peores momentos de su vida” por los nerviosa. Y sonríe al repetir el consejo que le dio su primer jefe cuando aún estaba “muy verde”: pegarse el micro al pecho para que no se notase como temblaba.

“Es muy fácil que te llamen, pero todavía más que te quiten”

La técnica se consigue a base de hacer muchos directos. La periodista insiste en la necesidad de que “te saquen mucho a la calle”. A pesar de que esto es “muy fácil”, en la televisión es todavía más sencillo que te acaben quitando. Por ello, Pérez Ponce recomienda: “Gustar a quien te ve”. Al hablar de gustar en televisión, la periodista afirma que, aunque “el físico es un factor importante en la profesión”, es clave empatizar con el entrevistado: “No puedes ir de gala a entrevistar a una mujer que acaba de perder a su hijo”.

“Conmigo daba clases de locución Matías Prats después de 20 años presentando informativos”

La periodista no solo ha sido reportera, también ha hecho informativos, algo que para ella resultó “una información muy contenida” por su carácter extrovertido. Durante ese tiempo, fue a clases de locución para mejorar su técnica, donde se encontró con Matías Prats, cuando él ya llevaba 20 años dando informativos, un ejemplo de que la técnica se tiene que trabajar con constancia. Sobre los nervios y la voz, Pérez Ponce reitera que no dependen de los años que lleves en la profesión y que es importante el momento antes del directo, los “labiales”, como lo llaman en Antena 3, o la “prueba de sonido”, cuando puedes calentar la voz y “evitar gallos que salen por los nervios”.

“En esta profesión hay que empezar desde abajo”

“Aquí somos todos periodistas: no venimos a salir en la tele, sino a contar cosas, pero hay que saber hacerlo”, advierte la profesional a los alumnos. La formación es clave para un buen periodista, que tiene que tener conocimientos de todos los ámbitos de la profesión y una visión general del trabajo a desarrollar: “Todo lo que has grabado tienes que saber montarlo para, egoístamente, saber que está bien”. Pérez Ponce lo compara con presentar un informativo, donde “tienes que saber dirigir equipos y, si no has estado antes en la redacción o haciendo escaletas, es muy complicado”, por lo que se trata de una profesión en la que “hay que empezar desde abajo”.

Un alumno de periodismo realiza la práctica impartida por Arancha
Un alumno de periodismo realiza la práctica impartida por Arancha

“La televisión es muy sacrificada”

La reportera de Antena 3 lanza un consejo claro a quienes empiezan en la profesión: “Empezar haciendo colas y totales, muchos vídeos, para coger práctica. La naturalidad te la da la experiencia”. En un formato en el que “trabajan 40 personas, pero solo 2 salen delante de la cámara”, hay que tener claras dos cosas: trabajar en la tele no es salir en la tele y no se gana mucho dinero. Pérez Ponce ha “aguantado mucho” para llegar a donde está en la que es “una profesión caprichosa”, y un claro ejemplo de ello es su experiencia cubriendo la guerra de Ucrania: “Si hacías un directo, te pagaban 100 euros más. Eso creó mucha envidia entre todos. El primer día que me mandaron a la frontera con Polonia, me tuve que hacer los últimos 300 km conduciendo y, cuando llegué, la mochila no funcionaba. No hubo cobertura, no hablé y no cobré los 100 euros”.

“Si a Cañizares no se le hubiese caído el bote de colonia, Iker Casillas no habría salido a jugar”

La reportera compara este golpe de suerte del futbolista con la que tiene que tener un periodista para triunfar. Ella misma lo vivió un fin de año: “El día 31 se puso mala una compañera y me subí yo a la Puerta del Sol a levantar el directo. Hay que tener mucha suerte además de constancia”.

Pérez Ponce añade un último consejo a los estudiantes: tratar bien a quien está por debajo de ti. “Tengo ahora de subdirector de la sección de corazón al que fue el becario de una chica que es redactora con 56 años”. Con estas palabras, Pérez Ponce deja claro que en el periodismo, como en la vida, nadie sabe «quién estará arriba o abajo mañana». La constancia, la preparación y, sobre todo, la actitud pueden marcar la diferencia entre ser un rostro pasajero en la pantalla o construir una carrera sólida en el tiempo. Porque en esta profesión, el talento abre puertas, pero la perseverancia es la única llave que las mantiene abiertas.