Ayer, 7 de mayo de 2025 arrancó el Conclave para decidir el sucesor del Papa Francisco.
A las 10 de la mañana tuvo lugar la Santa Misa de inicio del Cónclave, bajo un cielo algo encapotado. Sin embargo, por la tarde, a las 16.30, bajo un sol espléndido, comenzó la ceremonia de ingreso de los cardenales en la capilla Sixtina, donde se prepararon para la primera votación.
Mientras se introducían en la capilla, se entonó la letanía de los santos. Luego, uno a uno, juraron elegir a la persona que en conciencia y ante Dios creían que debía ser. Después, Monseñor Diego Ravelli, maestro de las ceremonias Litúrgicas pontificias, proclamó la famosa fórmula: extra omnes, para que todos los que no fueran cardenales salieran; menos él, que se queda como testigo de lo que sucederá dentro.
Durante todo el día, la plaza de San Pedro estuvo abarrotada de gente, proveniente de todo el mundo. Muchos periodistas (más de 45000 acreditados), muchos turistas y curiosos, y mucha gente de fe, que reza intensamente, para que salga el Papa que la Iglesia necesita. Aquí está todo el mundo representado.
A las 21,00 horas, después de dos horas de espera, tuvimos fumata negra. Todavía no hay Papa. A partir de hoy habrá dos votaciones por la mañana y dos por la tarde, hasta que el elegido consiga dos tercios del total de votos. Toca esperar a que salga la fumata blanca.
Hay quien dice que una pre cónclave largo augura un cónclave corto. Y hay todo tipo de quinielas. Los tres que parten como favoritos son el cardenal italiano Parolin, actual secretario de estado del papa Francisco, el cardenal Mateo Zuppi, también italiano, y el filipino Tagle. Pero todos conocen el dicho que dice que el que entra Papa, sale cardenal. Habrá que ver ahora lo que decide el Espíritu Santo y los cardenales.
Sofía López es directora del Grado en Comunicación Audiovisual y directora de Tressesenta Productora y se encuentra en Roma cubriendo el Cónclave.