Alberto Arruty, periodista especializado en sucesos, compartió su visión sobre el true crime y el proceso de creación de su serie Una Historia de Crímenes, disponible en Prime Video, durante un encuentro celebrado el pasado 30 de enero en la Universidad Villanueva. En su intervención, Arruty detalló sus inicios, los desafíos del periodismo de investigación y su compromiso con la ética informativa.
El origen de Una Historia de Crímenes
La idea de la serie surgió por casualidad mientras trabajaba como reportero para la TVG. «En el teleclub de Vilanova dos Infantes, me contaron sobre el asesinato de un cura y el robo de una talla de la Virgen única en el mundo. Empecé a investigar y me fascinó», explica Arruty. La falta de productos que abordaran los problemas sociales subyacentes a los crímenes lo motivó a desarrollar el proyecto.
Arruty descubrió que, a través del true crime, podía hablar de temas socialmente relevantes que van más allá del propio acto criminal. «Había demasiados productos sobre crímenes y muy pocos que hablaran sobre los problemas sociales que subyacen a muchos episodios violentos», comenta. Su enfoque busca no solo narrar los hechos, sino también explorar las consecuencias sociales y humanas de cada caso.
True crime como reflejo social
Para Arruty, el true crime es una herramienta poderosa para abordar temas de relevancia social: «Hablamos de reinserción, prisión permanente revisable, derecho al olvido, violencia de género y la relación entre la prensa, las fuerzas de seguridad del Estado y las familias», explica a Tressesenta. Considera que estos temas, frecuentemente invisibilizados en otros formatos, encuentran en el true crime un espacio para la reflexión.
Su formación universitaria jugó un papel fundamental en su desarrollo como narrador. «La universidad no solo te forma en conocimientos técnicos, sino también como persona. Siempre se puede intentar hacer las cosas mejor», afirma en conversación con Tressesenta. Esta perspectiva le ha permitido mantener un enfoque crítico y ético en su trabajo, priorizando el impacto social de sus historias.
El rigor ético en la investigación
Cada temporada de Una Historia de Crímenes comienza con una idea en blanco que se desarrolla a partir de reuniones, entrevistas y un exhaustivo trabajo de campo. «Evitar el sensacionalismo a toda costa» es el principio que rige su enfoque. Aunque surgen dudas éticas durante la investigación, Arruty asegura que el asesoramiento legal y una buena formación ayudan a mantener la integridad del trabajo.
El proceso de selección de casos no es sencillo. «Intento hablar siempre de temas sociales o de investigaciones que sean interesantes a nivel periodístico. Una vez tengo claras las temáticas, propongo algunos casos y el equipo de investigación evalúa su viabilidad», explica. Este enfoque colaborativo permite una mayor profundidad en la investigación y garantiza la diversidad de perspectivas.
Arruty destaca la importancia de la honestidad con las fuentes: «Tener claro el tipo de serie que queremos hacer y la temática de cada capítulo ayuda a que la gente quiera participar, sabiendo que no es un contenido amarillista». Además, admite que en cada capítulo ha decidido omitir información por respeto o seguridad, demostrando un firme compromiso con la ética periodística.
Impacto público y críticas al sensacionalismo
La respuesta del público y de las familias de las víctimas ha sido positiva. «Lo más satisfactorio es cuando te contactan para agradecerte cómo hemos contado las cosas», comenta Arruty. Este reconocimiento valida su enfoque, centrado en el respeto y la sensibilidad hacia las historias personales.
Sin embargo, Arruty expresa su preocupación por la popularidad del true crime sensacionalista: «Me preocupa que es el tipo de true crime que más repercusión tiene. Hay quienes ven estos contenidos solo como un producto para ganar dinero, sin un propósito más allá del entretenimiento». Critica la tendencia de algunos formatos a explotar el morbo, lo que puede llevar a la desensibilización del público frente al sufrimiento real.
El futuro de Arruty: nuevos desafíos creativos
Aunque está dispuesto a continuar con Una Historia de Crímenes si surgen nuevas oportunidades, Arruty también quiere explorar otros géneros. «Me encantaría escribir un largometraje de comedia. Me apetece poder reírme en el trabajo durante una temporada», confiesa. Este interés por diversificar su carrera refleja su pasión por la narrativa en todas sus formas.
A pesar de sus planes para el futuro, su compromiso con el periodismo de calidad sigue intacto. «Si nuestros partners quieren más de Una Historia de Crímenes, estaré encantado de desarrollar una nueva temporada», afirma, demostrando su disposición a continuar explorando historias que generen conciencia social.
Consejos para las nuevas generaciones de periodistas
Para los futuros periodistas interesados en el true crime y la investigación, Arruty ofrece un consejo claro y directo: «Que empiecen ya, que nunca dejen de formarse y que no se olviden de ser personas». Este mensaje subraya la importancia de la curiosidad, el aprendizaje continuo y la humanidad en el ejercicio del periodismo.
En un mundo donde el sensacionalismo y la inmediatez a menudo dominan el panorama mediático, la visión de Alberto Arruty representa un recordatorio de que, más allá del éxito profesional, la ética y el compromiso social son fundamentales para contar historias que realmente importan.