El pasado 23 de febrero se cumplieron tres años de la partida de Juan Pablo Colmenarejo, un nombre que dejó una huella imborrable en el mundo del periodismo, especialmente en el ámbito radiofónico. Su legado no solo perdura en el tiempo, sino que sigue siendo un faro de inspiración para todos aquellos que valoran la integridad, la verdad y el compromiso con la sociedad. A lo largo de su carrera, Colmenarejo se destacó no solo por su rigurosidad y disciplina en la práctica periodística, sino también por su carisma y dominio frente al micrófono. En este aniversario, rendimos homenaje a su incansable lucha por la verdad y al impacto que dejó en generaciones de periodistas y ciudadanos.
Para honrar su memoria, la Universidad Villanueva celebró el evento “Legado Colmenarejo” por tercer año consecutivo. En esta ocasión, dos figuras destacadas del periodismo como, Carlos Franganillo, director y presentador de telediarios en Telecinco, y Francisco Guaita, periodista deportivo en la Cadena SER, compartieron con los estudiantes sus experiencias sobre cómo hacer “periodismo desde el barro”, abordando el papel del periodismo como un puente de información en tiempos de polarización. El evento fue moderado por Ernesto Villar, director del Grado de Periodismo, quién destacó la necesidad de un periodismo ético y responsable, que combata el ruido de la política actual y brinde información veraz a la sociedad.
Un periodismo para unir
A lo largo de la jornada conmemorativa, se pusieron de relieve ciertos pilares fundamentales del periodismo, los cuales son valores que Juan Pablo Colmenarejo describiría como esenciales para hacer “un buen periodismo”. Carlos Franganillo, por ejemplo, no dudó en recordar que la base fundamental del periodismo radica en la transparencia con la que contamos las historias. Más allá de la claridad, Franganillo enfatizó la importancia de la rapidez de acción y la capacidad de seguir el instinto en situaciones críticas. En su caso, cuando ocurrió la catástrofe de la DANA, él se encontraba inmerso en los preparativos para cubrir las elecciones estadounidenses de 2024. Sin embargo, de último minuto decidió viajar a Valencia para ofrecer a su audiencia la información que necesitaba escuchar. Este gesto subraya la relevancia de tener prioridades claras como periodistas, sabiendo cuándo es necesario dar mayor relevancia a un hecho que a otro basándose en las necesidades de tu audiencia, a favor de lo que realmente importa.
Por su parte, Francisco Guaita recordó una lección valiosa sobre la cercanía y la humanidad en el periodismo “hay ocasiones en las que es necesario acercarse a las pequeñas historias de la gente común, esas que a menudo pasan desapercibidas, pero que son igual de importantes”. Guaita compartió cómo, en situaciones de crisis, el periodista tiene la responsabilidad de seguir defendiendo los derechos de la población y proporcionar visibilidad aquellas minorías; cuenta como él mismo ha creado un espacio dentro su programa de radio para mostrar cómo ciertos equipos de fútbol en Valencia se han visto afectados por los destrozos de la DANA. Guaita defiende que el periodismo no termina al dar la noticia sino que el buen periodista tiene la responsabilidad de velar por que los hechos sigan en la memoria colectiva y así se llegue a una resolución de las problemáticas presentes en la sociedad, porque es precisamente por y para la sociedad que informamos.
Para los estudiantes de la universidad, esta jornada no solo representó una oportunidad de aprendizaje, sino también se convirtió en un espacio para recordar el espíritu de Colmenarejo, un periodista que siempre luchó por una comunicación transparente. Así mismo este evento también fue recordatorio de cómo el periodismo, en su forma más pura, puede y debe ser una herramienta para transformar la sociedad, aún en tiempos de crisis como resultó ser la DANA para la comunidad española, especialmente para los valencianos.
En el marco del evento “Legado Colmenarejo”; Miguel Ángel Sánchez de la Nieta, coordinador de primero de periodismo en la Universidad Villanueva, destacó que el legado de Colmenarejo es un claro ejemplo de cómo debería ser el periodismo en la actualidad. Según Sánchez de la Nieta, “Juan Pablo es un referente para los periodistas del momento actual porque su estilo de hacer periodismo era de entendimiento, creando puentes entre las distintas opiniones”. En un contexto en el que la política y los medios de comunicación a menudo se convierten en agentes de polarización, Colmenarejo se destacó por su habilidad para abordar temas controvertidos desde una postura de concordia. “El periodismo debe ser algo que tienda puentes, que ayude al entendimiento”, reflexionó Sánchez de la Nieta , haciendo énfasis en que, a pesar de las diferencias de opinión, Colmenarejo siempre buscaba representar ambas perspectivas.
Este enfoque en la imparcialidad y el respeto hacia las diversas opiniones fue una de las características que definieron a Colmenarejo tanto en su carrera profesional como en su rol de docente. Para él, el periodismo no era solo transmitir hechos, sino también ofrecer un espacio para el diálogo y la reflexión.
Un legado vivo en la enseñanza
Gracias al evento llevado a cabo en la universidad Villanueva este medio ha logrado contactar con algunos de los estudiantes que tuvieron la oportunidad de ser formados por Colmenarejo y les hemos pedido que nos contaran un poco cómo habían sido sus primeros encuentros con este referente del periodismo. Víctor Vallejo, alumno de cuarto de periodismo de Villanueva, nos cuenta cómo, en su primera clase, Colmenarejo los introdujo al mundo de la radio de una manera que les brindó confianza. “Es solo un micrófono, tranquilo”, les dijo en su primer encuentro, una frase que los tranquilizó y les permitió enfrentar ese primer desafío con seguridad. Por su parte, Vitor Bartolomeu, nos ha descrito a Colmenarejo como un profesor serio pero cercano, que siempre exigía lo mejor de sus estudiantes. “Era una persona que tenía muchas expectativas sobre nosotros y nos empujaba a dar lo mejor”, recordó. Para él, uno de los mayores aprendizajes que dejó Colmenarejo fue la forma en que transmitía calma y serenidad al hablar, un valor esencial en la radio, un medio que exige precisión y claridad.
El Momento de la Pérdida: Un golpe para la comunidad universitaria
La noticia del fallecimiento de Juan Pablo Colmenarejo fue un golpe inesperado para todos, especialmente para los estudiantes que lo conocieron como mentor y compañero. Bartolomeu nos relató cómo, el día en que Colmenarejo fue recogido por las ambulancias en medio de una conferencia que estaba impartiendo, la clase se sintió profundamente afectada. “Fue muy duro verlo en ese estado. Todos estábamos en shock, especialmente porque se trataba de alguien tan querido y respetado”. Al día siguiente, los estudiantes se enteraron de la triste noticia. La pérdida no solo fue sentida por el mundo del periodismo, que perdió a uno de sus más grandes referentes radiofónicos ese día, sino que también la comunidad que le rodeaba, colegas y alumnos perdieron una gran persona de sus vidas.
Con respecto a la influencia de Colmenarejo como profesional podemos decir que fue trascendental no sólo para sus alumnos, sino también para sus compañeros de oficio. Para Bartolomeu, su legado como periodista radica en su inquebrantable compromiso con los valores fundamentales de la profesión. “Él siempre decía que no se fiaba ni siquiera de su madre”, señaló, subrayando la importancia de verificar siempre la información antes de compartirla. A través de su ejemplo, enseñó que la integridad y la ética son los pilares sobre los cuales debe edificarse el periodismo.
Su capacidad para conectar con la audiencia, esa cercanía que transmitía a través de las ondas, fue otra de las cualidades que más marcaron a sus estudiantes. “Lo que nos enseñó fue que el periodista debe ser cercano y tener un contacto genuino con la gente”, comentó Vitor. En una época donde la desinformación es una amenaza constante, el ejemplo de Colmenarejo sigue siendo relevante, no sólo como un modelo de cómo hacer buen periodismo, sino también como una inspiración para las nuevas generaciones de comunicadores.
Un Legado que Trasciende
El legado de Juan Pablo Colmenarejo plantea importantes preguntas sobre el futuro del periodismo en un mundo cada vez más polarizado. ¿Cómo pueden los periodistas de hoy encontrar el equilibrio entre la objetividad y la pasión por contar la verdad? ¿Qué lecciones debemos tomar del enfoque de Colmenarejo para evitar que los medios de comunicación se conviertan en agentes de división? Las nuevas generaciones de periodistas, que no tuvieron la oportunidad de conocerlo en persona, se enfrentan a estos desafíos y más, mientras el mundo del periodismo sigue transformándose. Sin embargo, el ejemplo de Juan Pablo Colmenarejo sigue siendo un faro que ilumina el camino hacia un periodismo más ético, honesto y comprometido con la verdad.
Tres años después de su partida, Juan Pablo Colmenarejo continúa siendo una figura central en la formación de nuevos periodistas, quienes recuerdan su pasión, su dedicación y su incansable lucha por el buen periodismo. Como bien ha compartido con nosotros Sánchez de la Nieta, Colmenarejo fue un hombre que supo crear puentes, no trincheras, en un mundo cada vez más dividido. Su legado no solo vive en sus trabajos, sino también en las generaciones de periodistas que él formó, y su enseñanza sobre la importancia de la integridad y la transparencia sigue siendo crucial en la práctica del periodismo hoy en día.
El legado de Juan Pablo Colmenarejo
Un faro de integridad y compromiso en el periodismo

De Iglesia en Valladolid from Valladolid, España - D. Ricardo en La Linterna de COPE, CC BY-SA 2.0,