“Hay que fortalecer las instituciones para reforzar la confianza en la justicia”

El exministro de Justicia Juan Carlos Campo visita la Universidad Villanueva para hablar sobre los retos a los que se enfrenta la justicia y las reformas que se desarrollan para afrontarlos.

Juan Carlos Campo en la Universidad Villanueva

Aunque su vida está ahora mismo “en otros derroteros”, como afirma con una sonrisa que no ha abandonado desde que se sentó en el sillón de la Universidad Villanueva, Juan Carlos Campo no es ajeno a los avances de las medidas del plan Justicia 2030. Este plan, que no pretendía ser una “revolución” sino una evolución del modelo actual, lo impulsó cuando era ministro de Justicia, antes de tomar posesión en su cargo actual como magistrado del Tribunal Constitucional. Desde que se impulsara este plan, que tenía un horizonte de 10 años, hasta hoy, la justicia no ha sido ajena a los efectos del clima de polarización que se respira en la política. 

“No la ha perdido; lo que ocurre es que está en una línea descendente”. Campo es tajante cuando se le pregunta en torno a la confianza de la ciudadanía en la justicia, un tema que en los últimos meses ha escalado en el debate público. La confianza en la justicia, apunta el exministro, como toda confianza, necesita unos instrumentos sólidos que la refuercen y, hoy en día, “se dan elementos que no fortalecen esa idea, y tenemos que combatirlos”. Campo confía en las “buenas instituciones” y apela a la importancia de fortalecerlas para recuperar esta confianza en el sistema. 

“Mayoritariamente –y así sale en las encuestas– cuando hablan al ciudadano de quién quiere que le resuelva un problema, dicen que los jueces”. Campo defiende que la percepción del ciudadano sobre la justicia es mejor cuando tiene realmente un problema con ella: “El ciudadano que ha entrado en el juzgado tiene mejor percepción de la justicia que cuando está fuera”. Se sabe poco sobre cómo funciona el sistema judicial en nuestro país, a pesar de que “se dicten muchas sentencias al año de un nivel altísimo”. En este sentido, “la pedagogía es clave”, algo que, según afirma, “es bueno hacerlo desde ámbitos como la universidad”, ya que si mostramos su funcionamiento “la gente tendrá mejor percepción del mismo”. 

Juan Carlos Campo en la Universidad Villanueva

 

El exministro es conocedor de las carencias de un sistema que mantiene leyes que, aunque con modificaciones, llevan en vigor desde el siglo XIX: “Nuestra Ley de Enjuiciamiento Criminal data del siglo XIX, 7 años antes de que apareciera el cine.” Campo defiende el derecho de los españoles a “una justicia eficaz”, en un sistema que, aunque “bien preparado”, tiene un problema de “ineficacia”. Esto es lo que trata de solucionar el plan Justicia 2030, en un intento de acabar con los “40 o 50 meses” que tarda en resolverse un proceso y de aportar visión global al modelo de justicia de nuestro país. 

Entre otras medidas para mejorar la eficacia del sistema de justicia, encontramos las audiencias “papel cero”. Estas son el ejemplo más claro, apunta Campo, de que la tecnología es ya un hecho de nuestro día a día. “En la Audiencia Nacional se trabaja ya sin papel”, recuerda. Para darle al ciudadano la justicia que reclama en un tiempo razonable, el magistrado señala el uso de la tecnología, además de luchar contra los efectos negativos de la “España vaciada” con medidas como la creación de la “oficina de justicia” en dichos municipios. Estas oficinas no solo servirán para el ámbito judicial, sino que permitirán al ciudadano ser atendido también en trámites como la declaración de Hacienda, con el fin de “poner el sello España en todos los pueblos y hacer la vida más fácil”. 

 

El periodismo, una profesión “maravillosa”.  

 

En una época en la que “corren malos tiempos para la lírica”, Campo no deja de creer en la búsqueda del consenso como única forma de “hacer buena política”. El exministro apela a la “alteridad” y el “respeto” al que piensa distinto a uno mismo como consejos fundamentales para futuros profesionales que se estén formando en la universidad. En este sentido, Campo habla del periodismo como una profesión “maravillosa”. En relación con esta, el que fuera ministro de Justicia cree en “la formación en la independencia” de una profesión que es “un elemento básico para la salud de una democracia”.