“Como no salgo en la televisión, no me conocéis”, asegura, sin equivocarse, uno de los hombres más importantes del gobierno de nuestro país durante la transición democrática. Está sereno, se ajusta en un gesto casi involuntario la corbata roja antes de dirigirse a una sala de conferencias repleta de universitarios. Algunos de Derecho, otros de Psicología, la mayoría ajenos a la importancia histórica del hombre que se ha presentado como ingeniero agrónomo y a quien observan expectantes. En un breve repaso a su vida política, Mayor Oreja menciona su paso por el Ministerio del Interior Y su carrera como candidato a lendakari durante los “años de plomo”. También recuerda su etapa en Bruselas como eurodiputado y aterriza hoy, diez años después de retirarse de la política, en su visita a los alumnos de la Universidad Villanueva para presentar la fundación NEOS.
La transición democrática le “arrastró” y tras haber iniciado su carrera política de la mano de la UCD, recibió el encargo de dirigir el PP en San Sebastián. En lo que él describe como su “segunda etapa”, la política durante los años de plomo de ETA, abandonó el gobierno de Aznar, no porque este le echase si no porque “tenía el deber de echar al nacionalismo vasco”.
En su tercera etapa, desarrollada en el parlamento europeo, llega a la conclusión entorno a la que girará su charla con los alumnos: “la crisis no está en la política si no en los cimientos, en las convicciones más profundas”. A partir de esta reflexión surge la batalla de las ideas y la importancia que tiene en una sociedad que “vive una profunda crisis de la verdad”, según apunta el exministro, causada por un mal que afecta a Occidente: “la comodidad”. Al contrario de lo que muchos pensábamos antes de entrar en la sala, no nos encontramos en la mitad de una etapa, sino en una nueva “transición”. Sin embargo, esta vez, tal y como asegura Mayor Oreja, “se trata del fin de una etapa en occidente”.
Cuando se vive un acontecimiento así, “no somos conscientes” de que está ocurriendo. Sin embargo, solo basta echar un vistazo a la política internacional para darse cuenta de que lo que señala Oreja Mayor es una evidencia. “Desorden. Hay mucho desorden en España, en EEUU…”. Lo vemos en la sociedad polarizada de Estados Unidos, en las más de cinco leyes que enumera el exministro durante la charla –“ley de secretos oficiales, ley del bienestar animal, ley de secretos oficiales…”-o en Iberoamérica y sus “democracias”. Pero todo desorden ha de tener quien lo propicie y en este caso Mayor Oreja apunta a la crisis de la verdad como principal artífice. El problema reside en “la sustitución de la verdad por el relato”. Lo que explica la normalización del relato en nuestro día a día es “haber convertido la mentira en un hábito”, algo que, como menciona Mayor Oreja, escuchamos incluso de los propios dirigentes.
“Es mentira que hayamos derrotado a ETA; negociamos un proceso letal para España”, asegura Mayor Oreja sobre una de las mayores mentiras que inauguró este nuevo capítulo en la historia de nuestro país: “La mentira sustituye al crimen”, y un “mal mayor: la muerte” es reemplazado por un mal menor al que ahora estamos habituados: “la mentira”. Esta mentira la encontramos en el propio relato sobre el fin de ETA, que nos lo presenta como una gran victoria de la sociedad española, cuando fue en realidad una “negociación de paz”, explica Mayor Oreja. Como en todos los procesos de paz: “significa siempre paz, pero con posterior poder para los terroristas”. Este cambio extinguió, mediante una negociación oculta bajo una mentira que todos creímos, aquello que «cambió el rumbo de la política en España» a lo largo de la historia, inaugurando así una nueva etapa: «Se deja de matar, pero el relato se instaura en España».
“Aunque los jóvenes la detestan y se alejan de ella”, recalca Mayor Oreja con una sonrisa cómplice dirigida a los estudiantes. “Pero la crisis no está en la política, ni en la economía, si no en los fundamentos esenciales”. Y es que, como explica el político, los pilares básicos, “la vida o la familia”, están riesgo de extinción, ya que esta comodidad en la que está sumida la sociedad nos impide, como bien señala, “ir más allá de la superficie, donde solo se encuentra la mentira”. Si, como dice Mayor Oreja, fuéramos capaces de indagar más allá de lo superficial encontraríamos la verdad, que es lo que nos hace verdaderamente “libres”. Y para gozar de esa libertad y ser capaces de llegar a “encontrar la verdad dentro del hecho”, nace el proyecto que Jaime Mayor Oreja presenta en la Universidad: Neos.
