Amber Donnelly, existosa agente inmobiliaria de Reno, Nevada, y su hija Jayden están decididas a llevar a Donald Trump de vuelta a la Casa Blanca. En sus palabras, no solo creen que su voto importa, sino que están convencidas de que su papel como votantes en Nevada podría ser decisivo en estas elecciones. Y es que tanto ellas como muchos estadounidenses en los swing states representan la pieza clave que inclinará la balanza en un país profundamente dividido.
Esta madre e hija, que viven en Reno, Nevada, han venido hasta Los Ángeles, una ciudad casi totalmente demócrata, para dar que hablar sobre sus creencias republicanas. En Nevada, Trump está a solo unas décimas de ventaja, lo que hace que cada voto sea imprescindible. Amber y Jayden representan a ese sector de la población americana que, según su visión, quiere “recuperar” un país que, dicen, ha sido debilitado económica y socialmente en los últimos años bajo el mandato de Joe Biden y su equipo.
Para ellas, el retorno de Trump simboliza una recuperación en todos los aspectos, un gobierno más firme, el fin de la guerra y, en definitiva, un regreso a lo que consideran los valores originales de Estados Unidos.
Amber, que viene de una familia de inmigrantes argentinos, explica que su apoyo a Trump no es incompatible con sus orígenes. Más bien, defiende una postura en la que la inmigración es bienvenida, siempre que sea honesta y contribuya al bienestar del país. “No es justo colarse en la fila para entrar antes al país, de manera ilegal, cuando hay muchísima gente detrás de ti, gente que espera su turno y que quieren entrar de manera contributiva” afirma.
Su argumento no se basa en el rechazo a los inmigrantes, sino en una demanda de seguridad y justicia. Esta visión la comparte su hija, qué también se muestra crítica hacia lo que consideran una falta de claridad y coherencia en la administración de Joe Biden. “Ya hemos visto más de veinte veces cómo Kamala cambia su discurso y sus políticas depende de donde vaya y con quién esté hablando. Arruinó San Francisco en su día y arruinará Estados Unidos si es elegida estas elecciones”, explica.
Otro tema central para esta familia es la religión y el papel de los valores espirituales en la vida pública. Tanto Amber como Jayden expresan que Estados Unidos siempre ha sido una nación de raíces cristianas, y lamentan lo que ven como una presión cultural en la que ya no es posible hablar abiertamente de sus creencias. En este contexto, rechazan la imagen de los republicanos que no defienden los derechos de las mujeres. “Los demócratas se centran sobre todo en el aborto al defender a su candidata, dejando de lado las guerras, la economía, y los problemas realmente graves dominantes en la sociedad. Defienden que Kamala es toda para ‘proteger los derechos de la mujer’ cuando ni ella misma sabe cómo definir a una», afirma.
Al contrario, ambas creen que sus valores son parte de una América auténtica, alejada de las tendencias “woke” que, según ellas, han empezado a dominar el discurso en los medios.
Para estas dos mujeres, el camino de Trump hacia la Casa Blanca depende de la suma de sus votos y los de miles de familias como la suya, personas que creen que un cambio en el gobierno que podría restaurar los valores y la dirección que desean, y que debería verse en su país.