Lo propuso la rectora de la universidad después de que la última vez, el pasado 24 de abril, en mitad de la tertulia uno de ellos tuviese que salir corriendo a la redacción para informar sobre la noticia que tendría al país en vilo durante cinco días: el presidente del gobierno había emitido una carta a la ciudadanía planteando el fin de su legislatura. Siete meses después, y sin dimisión alguna, vuelven a reunirse los tres periodistas que aquella tarde debatían entorno a la independencia del poder judicial para hacerlo ahora sobre la libertad de expresión.
“Se ha creado un monstruo»
Tajante, Casimiro García-Abadillo, el primero en intervenir, no puede evitar servirse de lo que esa misma mañana ha sido portada de muchos periódicos. Se trata del decreto ley que ajusta la terminología que el presidente del gobierno ha impuesto a aquellos medios que no se alinean con su discurso -«la máquina del fango en la que están los medios que no apoyan al gobierno»- y que el periodista tacha de «gran estafa ciudadana», puesto que busca una disuasión para no ejercer los derechos constitucionales. Al responder sobre si la libertad de expresión está en riesgo en España, Garcia-Abadillo concluyó que, pese a este polémico decreto y su “paquete de ayudas en función de los que no son máquina del fango”, la reforma no se llevará a cabo en la práctica. Según él, habrá partidos –“el PNV o JUNTS”- que se opondrán a su adopción en sus comunidades.
José Antonio Zarzalejos, sentado a la derecha de García Abadillo, mencionó a Trump y Maduro para ilustrar dos países que, aunque distintos, están conectados bajo una misma fórmula que, según él, ahora también se emplea en el Gobierno de nuestro país: “el efecto desaliento que con una serie de medidas trata de amenazar el ejercicio de derechos fundamentales”. Zarzalejos explicó que este efecto genera miedo a posibles represalias del gobierno “mediante la utilización de facultades que tiene” si no se obedece. Añadió de forma contundente que “en España no hay ningún problema con los medios, se lo ha inventado el presidente para desalentar el ejercicio de libertad de expresión”.
“Su objetivo no es luchar contra las noticias que no me gustan sobre mi mujer, sino luchar contra la injerencia rusa»
Daniel Gascón, el más joven de los tres, comenzó su intervención subrayando un punto que, según él, el gobierno ha olvidado. recordó que, cuando España presidía el Consejo de la Unión europea, se debatió el reglamente europeo de libertad de los medios de comunicación. Sin embargo, como él apuntó, el gobierno español no mostró interés en aquel momento. Ahora, seis meses después, “al presidente le ha venido bien”.
La batalla con los medios
El moderador, Ernesto Villar, profesor de la Universidad, planteó el tema de «lo peor que le puedes decir a un medio». García-Abadillo respondió que “el gobierno gana la batalla cuando consigue que no te fíes de un medio”. De modo que, cuando acusa a un medio de ser un “pseudomedio” no sólo le está propinando el peor de los insultos, sino que consigue generar en los lectores “confusión, que es el mayor triunfo para ellos”. El periodista añade que, de esta forma, se ha acabado con la objetividad dejando en manos de los periodistas un “campo amplísimo para decidir lo que es verdad”.
Por su parte, Zarzalejos fue directo al afirmar que, en una sociedad libre, “No venga usted a intervenir con falsos conceptos”. También hizo un llamado a la sociedad para que sea esta la que “discrimine y premie a unos medios sobre otros”.
La corrupción en dos gobiernos socialistas
“El caso de Begoña Gómez no es el de los Gal, aunque el caso Koldo está en sus inicios y no sabemos la profundidad que puede tener”, asegura García-Abadillo frente a la pregunta que compara los casos de corrupción en el gobierno de Felipe González y los que están emergiendo en el mandato de Sánchez: “Felipe González no nos trataba con algodones, pero la respuesta de este gobierno es cualitativamente mucho peor”
Sobre el “caso de corrupción más grave intelectual y políticamente de los últimos años”, como se refiere Zarzalejos a la amnistía que ha resultado ser un tráfico de derechos constitucionales “para obtener apoyos”. El periodista afirmó que esta ha resultado, además, un auténtico fracaso ya que en este punto “Puigdemont debería haber podido presentarse como candidato a la Generalitat”.
La polarización en la política y en los medios
De la “espectacularización de la política” que mencionó Gascón a raíz del 15M y la llegada de nuevos partidos, a la “separación de tertulianos en función de su ideología” en determinados programas de actualidad a las que se refierió Gracía-Abadillo.Ambos periodistas coinciden en que la polarización tanto en los medios como en la sociedad es una realidad innegable. Zarzalejos añadió que “no somos una excepción en esta polarización”, poniendo como ejemplo a Estados Unidos con Trump.
García-Abadillo explicó que esta polarización se ve alimentada por la “propaganda que ha sustituido a la política”, consumida por ciudadanos que “hablan sin saber de qué están hablando”. Como consecuencia, la libertad de expresión, que es en esencia un ejercicio de derechos constitucionales, se ve limitada por las “manos largas” de un gobierno que, mediante decretos, fomenta que “la gente no necesite información para tener opinión”.