En 2024, se posicionó como uno de los deportes más populares de nuestro país. Sobre el territorio español ya hay más de 17.000 pistas y 100.000 licencias de jugadores. El último en iniciarse en las pistas ha sido el 22 veces campeón del Grand Slam, que, tras retirarse del tenis, ha optado por la pala.
El deporte que ha conseguido seducir hasta al mismo Rafa Nadal en los últimos años ha sufrido una evolución, convirtiéndose en un fenómeno social. Más allá de las grandes esferas, como el Premier Padel, antiguo World Padel Tour, la pala ha llegado a la vida de familias, parejas y grupos de amigos y se ha introducido como una actividad más en la rutina de los jóvenes, en especial en comunidades como Madrid o Andalucía. Para Javier Garrido, jugador profesional del Premier Padel, parte del éxito que ha tenido este deporte se debe a que es un deporte de pelota, y estos “gustan mucho en nuestro país”. Otro de los factores que ha popularizado el pádel es su parecido al tenis: “pero con rebotes en los cristales de fondo, y hay diferentes niveles que cuadran para desarrollar este bello deporte”.
“La segunda parte viene tomando una cerveza o cenando entre los participantes”
Garrido añade que otra de las claves del pádel es su versatilidad: “Es asequible para todo tipo de edades y sexo, esto hace que lo practiquen una multitud de personas”. Sobre esta fama tan accesible y atractiva para tantas personas, el jugador destaca sus beneficios generales, “tanto económicos como deportivos”. Lo que más atrae al nuevo jugador es la calidad de vida al mejorar el físico en general, “excepto en los casos en los que hay lesiones de gran importancia”. Por ello, el profesional advierte de la importancia de “calentar bien antes y después de los partidos para evitar lesiones”, algo clave, sobre todo, “en niveles más exigentes”.
Después de las pistas llega la parte social: “luego viene la segunda parte, se trata de alternar conversaciones tomando una cerveza o refresco e incluso en muchos casos cenando entre los participantes”.
Sobre el crecimiento explosivo de las palas entre los jóvenes, Garrido señala que es “un deporte muy representativo, acercándose a los niveles del fútbol”. Más allá de ser una moda pasajera, el jugador cree que el pádel continuará entre las preferencias de los deportistas con un doble beneficio: “da una rentabilidad interesante tanto a nivel de deporte como a nivel de hostelería”. Otra señal de que esta moda ha llegado para quedarse es que se ha instalado en países como Asia o Estados Unidos, “prueba de que el pádel es un verdadero éxito”.
“Hay que tener un poco de suerte y comenzar muy joven”
Muchos de los aficionados que practican el deporte tienen en la cabeza una pregunta que refleja lo competitivo de este deporte: cómo es la cima y qué hay que hacer para llegar a ella. Más allá del esfuerzo deportivo por ganar, Garrido afirma que hay otros factores, como “tener un poco de suerte de poder ser seleccionado” y “comenzar joven”. Sobre el dinero, el jugador cordobés añade que “la mayoría de jugadores lo hace sin ningún motivo para vivir de ello, excepto los mejores campeones, que sí obtenemos grandes beneficios”.