TVE, un monstruo al que das de comer y no para

La corresponsalía en Bruselas completa la profesión del periodista

Hacer Televisión Española pero en Bruselas es una de las principales actividades de las que se encarga un corresponsal, pero, ¿cómo es realmente la vida de un corresponsal en TVE?

Al final, todos los periodistas trabajan en lo mismo, ya sea la radio, la televisión o la prensa. Es cierto que la radio y la televisión trabajan a un ritmo diferente que el de los periódicos y esto también se ve reflejado en la corresponsalía. Los periódicos escriben lo que sucede y se publica, la radio tiene un horario de emisión y la televisión está conectada las veinticuatro horas, y, por ende, un corresponsal televisivo también. En digital el primero que cuente la noticia es el mejor, porque es el más rápido, luego siempre puedes mejorarlo por ejemplo con entrevistas o un análisis más específico, pero la noticia la has sacado tú primero y tienes ese adelanto de ser «el mejor». Por el contrario, en televisión y en radio, sacar información es como un monstro que le das de comer y no paras, hay que seguir los boletines informativos, tienes que comprenderlo para sacarlo bien desde el inicio, porque si lo haces de otra manera, rápido y mal pierde el sentido.

«En la radio los corresponsales están solos, ellos mismos hacen sus cortes de sonido y, normalmente están en casa porque la corresponsalía la tienen allí. Los periódicos están en casa, porque escriben desde sus ordenadores personales. Y, los únicos que tenemos un sitio a donde ir somos las televisiones, estamos en constante movimiento. Si me llaman al teléfono y estoy a otra cosa, tengo que dejar lo que estoy haciendo porque mi trabajo me necesita, tengo que contar la noticia y por esto trabajo las veinticuatro horas del día, disponibilidad absoluta y todo el día dependiendo del teléfono», afirma Marta Carazo, corresponsal de Televisión Española.

Los corresponsales tienen un puesto de trabajo muy duro y sacrificado, pero ellos mismos son los que se organizan. La forma de trabajar en TVE desde Bruselas es muy dinámica: arrancan por las mañanas desde muy temprano con las previsiones que han pasado en ese día, proponer y miran cuáles son los temas más interesantes que han ocurrido, leen la prensa española para ver si pueden aportar algo interesante desde su corresponsalía… Esto se hace de manera metódica porque los corresponsales trabajan hasta las nueve de la noche, por lo tanto, tienen la información muy reciente.

Es un ritmo bastante intenso, pero muy bonito, aprendes mucho y es muy entretenido, te haces experto de cada tema que tratas: cuotas de pesca, electricidad, ministros, vacunas.

Los corresponsales deciden con qué arrancar el telediario o con qué no. Deben seleccionar algún tema que sea importante en Bruselas y a su vez relevante en España, ya que los corresponsales trabajan para información España, no para medios europeos. A las siete de la mañana tienen que estar en directo, en el caso que no puedan, tienen que dejarlo grabado de antes y para eso también hay que trabajar muy rígido el día de antes, para que dé tiempo a todo. Antes de las ocho y cuarto de la mañana tienen que haber conectado con Madrid desde todas las áreas; nacional, internacional, sociedad, economía, medioambientales… A la una y media de la tarde se reúnen de nuevo para preparar el telediario de la noche y volver a empezar con la misma mecánica. Mientras tanto, en el veinticuatro horas es un no parar, e intentan no repetir lo que cuentan en el telediario.

Una duda muy generalizada es si los corresponsales proponen los temas o se los dicen, ¿Qué capacidad tienen ellos de elección?

En el caso de TVE, el noventa por ciento de decisión lo tienen los corresponsales, porque se fían de ellos, son los que marcan las previsiones, proponen los temas y los reportajes. Cabe destacar que, en el mundo periodístico, la Teoría de la agenda Setting está muy presente. Hay veces que a los corresponsales les dicen: oye mira este tema que es interesante por si no lo has visto, míralo, te avisan también. Los periodistas tienen total libertad a nivel ideológico, no necesitan aprobación, la única directriz es que la audiencia lo entienda. Los corresponsales organizan la idea, el guion, lo escriben, sacan recursos para tener más que editar, van a la rueda de prensa, hacen la entrevista, sacan los totales, etc. «Es un ritmo bastante intenso, pero muy bonito, aprendes mucho y es muy entretenido, te haces experto de cada tema que tratas: cuotas de pesca, electricidad, ministros, vacunas…», afirma Marta Carazo.